29 de enero de 2007

algo bonito

Preámbulo(por más que odie el contexto histórico/personal que esta palabra tiene para mí): esto es algo muy bonito que alguien, más bonito aún, escribió para mí hace poco.

La otra noche estaba escribiendo un email y mi computadora caprichosa lo borró, claro de seguro fue culpa mía por algo mal que hice o tal vez le gustó tanto lo que estaba escribiendo que decidió quedarse con él para que más nadie lo leyera. Eso también podría pasar, las máquinas a veces cobran vida y hacen lo que les da la gana, eso lo vi en una película de Stanley Kubrick y creo que es verdad. Lo que escribí fue solo un acompañamiento que comenzó como una broma y se prolongó de tal manera que cobró más importancia que el mismo attachment que había en el correo electrónico. Empecé la carta justificando la razón por la que estaba enviando un documento que no tenía nada de importancia para mi destinataria. La razón era que no podía terminar mi trabajo debido a lo lenta que es mi conexión.

Y así comenzó mi explicación, comparando la velocidad de mi conexión con la de mi destinataria cuando se está preparando para salir y ha estado durmiendo todo el día. Yo pienso que su pastosidad se debe a que entra en un estado de embriaguez natural causado por el ambiente imperante en su habitación llena de bricolages psicodélicos y la constante visita de dos gatos melosos que se arriman hacia ella para que los acaricien. A veces esos arrebatos se prolongan por muchas horas o varios días y pueden ser interrumpidos por explosiones hormonales o de adrenalina que degenera en una inquietante actitud infantil que me fascina. En los estados normales de comportamiento de mi destinataria, en su estado mas neutral, siento que hay una pequeña fricción entre los dos pero a mí me gusta llevarla a los extremos. Me gusta el viaje y me gusta cuando esta jaiper y el estado neutral suelo considerarlo como un estado temporero de transición hacia los polos extremos de la inquietud o de la pasividad agobiante que hace que las palabras que salen de la boca de mi destinataria sean pesadas o simplemente se reducen a murmullos iguales a los que hace cuando esta casi dormida hablando por teléfono.

gracias. muy bonito.